miércoles, 6 de junio de 2007

Nro 08/07 - El Odio de Quebracho y la Complicidad del Estado

El pasado 04 de junio, en horas de la tarde, en el Penal de Marcos Paz se repitió la trágica historia de los años 70. El Odio como factor de lucha, al decir de Ernesto Che Guevara, se hizo carne en los militantes de Quebracho, quienes amparados por la complicidad o incompetencia de funcionarios penitenciarios, y alentados por una supuesta organización de Derechos Humanos, golpearon con alevosía al Comisario Miguel Etchecolatz.

Al igual que en la década del 70, los herederos del terrorismo erpiano reivindicaron públicamente sus demenciales fechorías. "Los compañeros respondieron como cualquier argentino digno lo haría, avanzaron sobre él enérgicamente, movilizados por el odio más profundo hacia estos jerarcas de la dictadura... la paliza ha sido sólo una pequeña cuota de justicia ante tanta impunidad", rezaba el comunicado de Quebracho, sin dejar ninguna duda de su mesianismo y demencia.

Golpes de puño y patadas traicioneras contra un hombre de 76 años concretaron el hecho "valiente" de los nuevos "presores" de la sociedad. Resulta ilustrativo que una representante de la "Liga por los Derechos del Hombre", que visitaba a los integrantes de Quebracho también participara de la violencia contra el anciano policía. Como sucedió en el pasado y sigue pasando en el presente, las entidades defensoras de algunos derechos humanos siempre constituyeron organizaciones de fachada que respondían a los intereses estratégicos de las entidades terroristas.

A este hecho repudiable se suman diversas irregularidades cometidas en el mencionado establecimiento penitenciario, entre las que se destaca la negativa al Reverendo Padre Christian Von Wernich a celebrar misa en la capilla del penal. "Al enemigo ni justicia", rezaba el axioma montonero y hoy se cumple a rajatabla, bajo la dirección de la Secretaría de Derechos Humanos y con la vergonzosa complicidad timorata de algunos funcionarios de uniforme, que han olvidado algunos principios éticos de las instituciones de las que forman parte.

No hay comentarios: